
Te agradezco aunque me voy avergonzado por ser parte de la especie, que hoy te viola en un patético festín.
No te libraste de nosotros, nuestra desidia, fue por tenerte regalada el creer que no vales nada. Está pariendo hijos ciegos, está cansada, aunque tus lágrimas saladas nos pueden ahogar si quieres. Los pocos que te aman no tienen fuerza, como reliquia se pasean, solo paquetes de turismo son. No hay más amigos del sol, no hay más ofrendas, sólo este ataque mortal, al medio del corazón.
Yo te agradezco, porque aquí estoy, vos sos mi única madre, con alma y vida yo defiendo tú jardín. Te agradezco, aunque me voy, avergonzado por ser parte de la especie que hoy te viola en un patético festín.
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